Jeje, a mí me pasó un par de veces, sobretodo con mi mamá, ya me decía ¿vas otra vez a jugar póquer? Mirá que se te va a ir la vida ahí y ni te das cuenta... Ya cuando le dije, mirá, gané un torneito y le dí como 80 dólares (claro que lo había ganado en mesa libre y era casi la totalidad pero bueno, el amor a la madre) ya se relajó. Además que ve que uno no está como loco apostándolo todo, pues si tengo 100 dólares para pagar algo no saco ni un peso para jugarlo, pero nunca, hay que ser conscientes, plata de juego es una cosa, plata de trabajo es otra.
Jeje, todavía me acuerdoc audno en diciembre me fui a bogotá, no tenía un peso e hice un sacrificio, saqué a banca que tenía, que era suuficiente para un buen viaje, fiestas y etc, mi mamá casi se va para atras cuando le dije que esa plata era mi póquer juicioso de dos meses, ya me dijo que le enseñara!