Por ahí leí en algún post algo que me pareció interesante. Era una frase que decía más o menos así: "no hay nada más puro que el poker". Creo recordar que la frase hacía alusión al poker comparado con otros "trabajos". Si esta era la relación que creo recordar entonces estoy totalmente de acuerdo. Aquellos que como yo nos empezamos a plantear la posibilidad de vivir del poker (al menos en una proporción importante) nos damos cuenta de algo que hace "puro" al poker y por lo mismo lo vuelve una actividad desafiante pero muy muy explotable, muy noble.
Muchos de los que nos damos cita en este foro o en otros somos personas preparadas, tenemos títulos, grados, certificados, cursos, etcétera. Pero qué pasa, los trabajos son pésimos, cansados, poco agradables en conjunto pero sobre todo mal pagados. No culpo a las empresas, culpo más a la escuelas que dan educación inútil, también culpo al gobierno por quitarnos tantos impuestos a cambio de nada. Además, debemos de tomar en consideración otro punto importante que es el motivo de este mensaje: el amiguismo.
En latinoamérica sobre todo se da el fenómeno del amiguismo, en México compadrazgo, o sea el fenómeno que consiste en que a los lugares clave sólo llegan los chupapies, recomendados, lambizcones, mujeres buenas que venden el cuerpo, and the like. ¡Qué diferente es el poker!
El poker es tan noble como actividad que le paga sólo a los mejores. Todos podemos disfrutarlo, todos podemos divertirnos jugándolo, pero sólo pagará a aquel que lo ama, que lo sigue, que lo cuida, que lo cultiva. En el poker no hay recomendados, de nada valen títulos de nobleza o qué tan grande sea algún trasero. Sin embargo así de noble como es también es muy exigente y no podría ser de otra forma.
El poker es más absorbente que una novia, que un empleo, que la escuela. No podemos jugar manos descuidadamente, o no hacer nuestra labor de estudio, tirarnos al vicio, no dormir bien, y todo lo que se les ocurra, sin que el poker se encargue de reprocharnos nuestra conducta inmediatamente. No hay nada que como el poker nos esté vigilando a cada minuto, en cada mano. A largo plazo, con el poker no hay sorpresas ni traiciones, estás donde debes estar, ni más ni menos. Uno es el que se ilusiona, el que imagina, el poker nos habla con lenguaje exacto, el de los números. El poker nos obliga a entendernos a nosotros mismos, nos enseña a ser pacientes, también a ser agresivos si la situación lo requiere. Nos enseña el poker a levantarnos después de caer, a ver hacia el mañana, a no darnos por vencidos, a ser constantes, a ser resistentes. Salvo porque no tenemos una actividad aeróbica, creo que el poker podría ser el mejor arte marcial. El poker incluye el trajo psicológico, debemos aprender a pensar como el contrario, a tener empatía, con el tiempo nos daremos cuenta que esa destreza no sólo sirve en las mesas de juego, también sirve con el amigo, con la esposa. Nos podremos percatar más fácilmente del estado de ánimo de la gente y esto nos hará ser más sensibles y atentos.
Por eso el poker es puro, porque da preferencia al dedicado, al perseverante. Además exige de nosotros como ninguna otra actividad. Debemos estar al 100%, siempre aprendiendo porque además el poker es lo único que nos paga mientras nos enseña.
Por último, el poker también nos ofrece libertad, y siempre tiene sus puertas abiertas para el que quiere vivir de él, de par en par y con los bolsillos llenos dispuestos a entregarnos su riqueza si antes nosotros nos entregamos a él, ¿qué hay más justo? ¿qué hay más puro?
Muchos de los que nos damos cita en este foro o en otros somos personas preparadas, tenemos títulos, grados, certificados, cursos, etcétera. Pero qué pasa, los trabajos son pésimos, cansados, poco agradables en conjunto pero sobre todo mal pagados. No culpo a las empresas, culpo más a la escuelas que dan educación inútil, también culpo al gobierno por quitarnos tantos impuestos a cambio de nada. Además, debemos de tomar en consideración otro punto importante que es el motivo de este mensaje: el amiguismo.
En latinoamérica sobre todo se da el fenómeno del amiguismo, en México compadrazgo, o sea el fenómeno que consiste en que a los lugares clave sólo llegan los chupapies, recomendados, lambizcones, mujeres buenas que venden el cuerpo, and the like. ¡Qué diferente es el poker!
El poker es tan noble como actividad que le paga sólo a los mejores. Todos podemos disfrutarlo, todos podemos divertirnos jugándolo, pero sólo pagará a aquel que lo ama, que lo sigue, que lo cuida, que lo cultiva. En el poker no hay recomendados, de nada valen títulos de nobleza o qué tan grande sea algún trasero. Sin embargo así de noble como es también es muy exigente y no podría ser de otra forma.
El poker es más absorbente que una novia, que un empleo, que la escuela. No podemos jugar manos descuidadamente, o no hacer nuestra labor de estudio, tirarnos al vicio, no dormir bien, y todo lo que se les ocurra, sin que el poker se encargue de reprocharnos nuestra conducta inmediatamente. No hay nada que como el poker nos esté vigilando a cada minuto, en cada mano. A largo plazo, con el poker no hay sorpresas ni traiciones, estás donde debes estar, ni más ni menos. Uno es el que se ilusiona, el que imagina, el poker nos habla con lenguaje exacto, el de los números. El poker nos obliga a entendernos a nosotros mismos, nos enseña a ser pacientes, también a ser agresivos si la situación lo requiere. Nos enseña el poker a levantarnos después de caer, a ver hacia el mañana, a no darnos por vencidos, a ser constantes, a ser resistentes. Salvo porque no tenemos una actividad aeróbica, creo que el poker podría ser el mejor arte marcial. El poker incluye el trajo psicológico, debemos aprender a pensar como el contrario, a tener empatía, con el tiempo nos daremos cuenta que esa destreza no sólo sirve en las mesas de juego, también sirve con el amigo, con la esposa. Nos podremos percatar más fácilmente del estado de ánimo de la gente y esto nos hará ser más sensibles y atentos.
Por eso el poker es puro, porque da preferencia al dedicado, al perseverante. Además exige de nosotros como ninguna otra actividad. Debemos estar al 100%, siempre aprendiendo porque además el poker es lo único que nos paga mientras nos enseña.
Por último, el poker también nos ofrece libertad, y siempre tiene sus puertas abiertas para el que quiere vivir de él, de par en par y con los bolsillos llenos dispuestos a entregarnos su riqueza si antes nosotros nos entregamos a él, ¿qué hay más justo? ¿qué hay más puro?