Por cantidades tan ridículas nunca te van a poner un monitorio, es ridículo. Esos bufetes de abogados, por otra parte, no te pueden citar a ningún juicio (al fin y al cabo es la parte contraria): eso sólo lo puede hacer el juzgado. Llaman para acojonar, es su trabajo. Eso sí, ten presente que no te dejarán en paz ni en 10000 años, dado que reclamar la deuda es la única forma de evitar que acabe prescribiendo.
Lo que sí que es fácil es que incorporen tus datos al ASNEF, con lo que no podrás pedir ni un crédito, ni una VISA, ni una hipoteca e incluso puedes llegar a tener problemas para alquilar una casa si la agencia pide informes (aunque todo el mundo sabe que las inscripciones por telefonía son un cachondeo, e incluso algunos bancos empiezan a ignorarlas, sobretodo si son de menor cuantía). Como, además, la inscripción seguro que estará mal documentada, es fácil que puedas reclamar de forma inmediata la rectificación en aplicación de la ley de protección de datos, pero contratar un abogado a tal fin (imprescindible) te va a salir más caro que pagar. Por otra parte, las inscripciones de morosidad caducan a los 6 años. Lo más barato puede ser pagar, aunque piensa que a veces las empresas tienden a "olvidar" darte de baja del listado, o incluso ponen esa inscripción a cero (que no es lo mismo que borrar). En ese caso también tendrás que acabar "alimentando" a un letrado
Los procesos monitorios son relativamente fáciles de esquivar, por otra parte, dado que la parte actora debe responsabilizarse de dar al juzgado una dirección tuya donde se te pueda localizar. Si simplemente "desapareces" en legal forma (es decir, que no te puedan localizar en tu domicilio porque ya no vives allí o simplemente porque con todo el morro nadie abre a los agentes judiciales aunque te despierten llamando al timbre de madrugada), el monitorio no puede empezar, dado que en este caso no es legal darte por citado mediante edictos (eso sólo es posible en créditos documentados ante fedatario público).
Eso sí, después no me reclames si tienes problemas por actuar de esa forma. Zafarse de tales marrones impunemente es privilegio de los profesionales del pufo y del escapismo, y no está al alcance del común de los mortales, pero posible, serlo, lo es